A todos los hermanos de la Fraternidad Ritiana:
Queridos hermanos y hermanas, "Gracia y paz".
Desde los inicios de nuestra Fraternidad ha sido este nuestro saludo más preciado. Ya en los primeros “Encuentros Ritianos” solíamos saludarnos con estas dos palabras que encierran un profundo deseo de vivir a fondo la experiencia de la gracia que movió a nuestro padre Agustín a la conversión del corazón y a la paz tan anhelada, por la que trabajó incansablemente nuestra hermana mayor, Rita de Casia.
Para nuestros hermanos ritianos, muchos de los cuales ya nos precedieron en el camino hacia la Ciudad de Dios, hacer uso de este, nuestro saludo "Gracia y paz", significaba pedir y desear estos dos dones del Señor para toda la Fraternidad Ritiana.
En esta oportunidad en la que hacemos memoria de nuestro pasado fundacional, y a la vez renovamos nuestros "Estatutos" para mejor servir a Cristo en la Iglesia, le pido a Jesús, el Amado, nos conceda su bendición y les abrazo en Él retomando nuestro saludo ritiano"Gracia y paz" para toda la Fraternidad.
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