El origen de la Fraternidad Ritiana no es otro que el querer caminar juntos en dirección hacia Dios al estilo de Santa Rita agustiniana, es decir con "una sola alma y un solo corazón".
Por eso cada hermano/a ritiano se sabe hijo/a de Dios y de la Iglesia por el sacramento del bautismo; razón más que suficiente para considerarnos hermanos todos.
Pero además, y teniendo en cuenta la proximidad que la Fraternidad Ritiana tiene con respecto a su Santa Patrona, nos reconocemos sus hermanos/as de modo especial y por ende hijos/as del gran Agustín de Hipona.
El término "Ritiana" le viene de RITA; así como “Agustiniana” le viene de Agustín.
El núcleo propio de la Fraternidad Ritiana es Agustiniano.
Dicho de otra manera la Fraternidad Ritiana aspira al seguimiento de Jesucristo tras las huellas de Agustín y de Rita.
Por tal razón y para mejor vivir esto cada hermano/a ritiano debe procurar cultivar con gran esmero:
- La centralidad en la persona de Jesús, el amor a Cristo Crucificado-Resucitado y Cristo-Eucaristía.
- El amor apasionado por la Iglesia, "la Católica" como gustaba llamarla Agustín.
- La defensa de la recta fe.
- El gusto por la contemplación y la meditación de la Palabra de Dios.
- La devoción filial a la Madre de Dios.
- La sensibilidad ante la belleza de la creación, del arte cristiano y de la sagrada liturgia.
- El vínculo de la caridad que conduce a la unidad, refuerza la paz y genera fraternidad.
El logo de la Fraternidad Ritiana
La Fraternidad Ritiana siente un particular afecto por el logo o escudo de la Orden de San Agustín ya que el mismo representa el corazón de Agustín traspasado por la Palabra de Dios y como tal ardiente de caridad para con Dios y para con todos.
Tal escudo es significativo y muy valorado por los/as ritianos/as.
No obstante, la Fraternidad Ritiana ha querido ser representada con su logo propio.
El escudo o logo de la Fraternidad Ritiana está formado por una cruz sobre la que pende el sudario de Jesús Resucitado en forma de letra eme. En la base de la misma se encuentra la corona de espinas evocando la crucificción del Señor, como así también la devoción por Santa Rita, mística de la pasión, Santa de la espina.
Sobre la letra eme inicial del nombre María se aprecia una llama de fuego que es figura del Espíritu Santo derramado en Pentecostés sobre la Iglesia naciente y orante reunida con la Virgen y con los Apóstoles.
Otra característica del logo es que sus elementos no están sueltos o puestos sobre una figura geométrica sino entrelazados entre sí, dando una particular idea de unidad al conjunto. En el centro de todo la Cruz gloriosa y el fuego de la Caridad, el Espíritu Santo.
San Agustín en sus escritos habló de la importancia de la caridad remarcando las enseñanzas de San Pablo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario